Hace unas semanas os hablamos de la aprobación en Consejo de Ministros de una nueva controvertida “Ley del Plástico” en España y las consecuencias inmediatas que producirá tanto en dicho sector como en el consumidor final. Este empeño por buscar alternativas sostenibles y promover la economía circular se está produciendo en toda Europa.
En Francia, por ejemplo, dentro del marco de la Ley Anti Desperdicio y de Economía Circular se establece que a partir del 1 de Enero de 2022 se prohibirá la venta de frutas y hortalizas sin procesar que estén envasadas en plástico. Pero esta medida, como todas, presenta excepciones. Se quedará fuera de aplicación para volúmenes de productos superiores a 1,5 kg y/o la venta de productos a granel que suponga un riesgo de deterioro del producto.
Al igual que se prohibirá el envase plástico también se verán afectadas las etiquetas en forma de pegatina plástica utilizadas para indicar la marca comercial del producto.
En este sentido, el uso de productos fabricados con materiales biocompostables- biodegradables se convertirá en la solución recomendada en el sector hortofrutícola francés y de aplicación tanto para franceses como para aquellas empresas que exporten productos hortofrutícolas en Francia.
Dentro de las soluciones sostenibles que propone Ecoplas para el envasado alimentario, ECONET una solución sostenible, realizado con material 100% compostable se presenta como una interesante propuesta para dicho mercado.
Además de ser 100% compostables, las mallas ECONET una solución sostenible de Ecoplas son:
- Aptas para utilizar en cualquier tipo de máquina
- Cumplen con la normativa EN13432
- Cuenta con el Certificado TUV Austria como OK compost industrial que cumple la Directiva de Envases y embalaje (94/62/CEE)
Respecto a la gestión de residuos una vez finaliza la vida útil de las mallas ECONET deben depositarse en el contenedor marrón.
La aprobación de estas nuevas normativas que restringen el uso del plástico como envase alimentario supone para España un duro revés.
Para España, el país galo es el segundo destino de las exportaciones españolas, exportando frutas y hortalizas por valor de 3000 M/euros al año, sólo por detrás de Alemania, según publica el Boletín Exterior del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de España.